o La cápsula sinovial rodea cada una de nuestras articulaciones y está formada por un líquido (líquido sinovial) con gases (CO2-Monóxido de carbono, N2-Dinitrógeno, O2-Oxígeno diatómico) que sirve para lubricar las articulaciones y así evitar el desgaste de los huesos por su roce.
o Al presionar las articulaciones estamos aumentando el espacio entre los huesos y el espacio de la cápsula sinovial, creando una presión que hace salir los gases en forma de burbujas.
o En el momento que las articulaciones vuelven a su estado normal hace que las burbujas estallen emitiendo el famoso crujido. No se podrán estallar de nuevo hasta que pasen 20 ó 30 minutos (es lo que tardan los gases en disolverse en el líquido sinovial).
1 comentario:
No lo sabia! Que buena información!
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